Perdonar lo imponderable y lo imprescriptible, Jacques Derrida (2017)

Perdonar lo imponderable y lo imprescriptible, Jacques Derrida (2017)

Perdonar lo imponderable y lo imprescriptible, Jacques Derrida (2017)

La reflexión sobre el perdón es atingente hoy y este libro (incluido su prólogo), nos da elementos para analizarlo en su complejidad. Antes de hablar del perdón, el autor lo relaciona con el don, enfatizando su necesidad mutua. Aflora la aporía de la incapacidad de dar suficiente, o ser suficientemente hospitalario: el perdón por no dar.

Asimismo, y utilizando fragmentos de los escritos por Jankélevitch, reflexiona en torno a la imposibilidad, inoportunidad, e incluso inmoralidad del perdón. En esta línea, es enfático sobre el deber del no-perdón (ni del olvido), en nombre de las víctimas del Holocausto. En palabras de Jankélevitch, el perdón es imposible: “el perdón murió en los campos de la muerte”.

Así, el perdón nunca se sucederá sin que alguien confiese su falta (historia del perdón), y que, dependiendo de la radicalidad del crimen, es capaz de ir más allá de lo humano. El perdón, entendido como un debate de límites, no encuentra su posibilidad más que ahí, donde está llamado a lo imposible: sólo en lo imperdonable, el perdón se mide. Lo imperdonable como inexpiable, que deviene en imposible.

Cuestiona así el derecho de gracia, que instala el perdón por encima de las leyes. Aludiendo a Kant, cuestiona el derecho a indultar como algo resbaladizo, equívoco. Reflexiona así sobre la imposibilidad de perdonar algo sobre lo que no se es víctima; así como la incapacidad de invocar un perdón a un colectivo o grupo. Difuso, imprescriptible, irreparable.

Finalmente, frente a la culpabilidad originaria y vinculada al nacimiento (el no tener derecho a la existencia como sucedió con los judíos) el perdón, la redención y la expiación permanecen imposibles. Para el autor continuará la historia, y con ella la reconciliación, pero un equívoco de perdón prevalecerá, confundido con el duelo, el olvido y la asimilación del mal. El perdón (puro e incondicional), tendrá entonces, que hacer su propio duelo del perdón.


La uruguaya, Pedro Mairal (2016)

La Uruguaya, Pedro Mairal (2016)

La Uruguaya, Pedro Mairal (2016)

Este libro es un viaje serpenteante y certero por la vida de Lucas Pereyra, escritor recién entrado en la cuarentena y que atraviesa un momento complejo de su vida. Un matrimonio que da sobresaltos, y una crisis de expectativas en torno al amor, el trabajo y la paternidad; son el escenario propicio para que el autor nos permita adentrarnos en los intersticios de su mente, a través de monólogos de bella factura.

En medio de la crisis que invade al protagonista, un viaje desde Buenos Aires a Montevideo en busca de un pago por derechos de autor, aparece como la pausa perfecta. Un escape hacia un lugar idílico, que encontrará en Guerra (una amiga de la infancia), el condimento perfecto para consolidar la ruptura que espera. Empero, cual trayectoria a contrapelo, se ve envuelto en una serie de situaciones inesperadas, cual Quijote moderno, que lo hace caer en una de suerte de compasión, de parte de quien lo lee.

Así, este viaje es capaz de albergar las emociones más perturbadoras de la vida: el miedo, la rabia, la indefensión, la injusticia. Emociones que surgen como destellos en el libro, llenándolo de incertidumbre, y que son abordadas por el autor con una simpleza radical. Formas cotidianas que rememoran algunos espacios de nuestra historia, que proliferan a borbotones, dándole protagonismo a la mente; la cual, mediada por afectos y miedos, aparenta ser la principal responsable de nuestras frustraciones y desamparos.

Es un libro simplemente notable, que es capaz de preponderar la dificultades de la vida en un solo día. 17 horas en las cuales todo se sucede, incluso más de lo que uno podría esperar. Incertidumbres, logros, pérdidas, fracasos capaces de dibujar el devenir del protagonista, adormeciéndolo pero siendo incapaz de acabarlo. Sin respuestas aparentes, inaccesibles de momento. Al parecer, y en palabras de Lucas, nos queda solo esperar a que éstas lleguen con la muerte.


Bestiario, Julio Cortázar (1951)

Bestiario, Julio Cortazar (1951)

Bestiario, Julio Cortazar (1951)

Este libro, compuesto de 8 cuentos, da cuenta de la versatilidad y complejidad de la palabra. Evocando situaciones cotidianas, el autor es capaz de entremezclarlas con situaciones y entes imaginarios, pero no imposibles. La posibilidad, entendida como la probabilidad de que algo se suceda en el momento presente, hace vivo a cada uno de estos relatos, trascendiendo al texto y la experiencia cotidiana que convocan.

El autor invita a hacerse de lo que uno necesite. El primer cuento, Casa Tomada, reflexiona en torno a la posesión y la propiedad, y la pérdida material, como una constante, anclada en dos hermanos que son desalojados. Carta a una señora en Paris, es un relato que intenta explicar por medio de argumentaciones oníricas el quehacer cotidiano; mientras que Lejana habla paradójicamente de la cercanía que existe entre dos mujeres, en tanto hay una vertebra de afectos y desolación que las entrecruza. Ómnibus, cerrando la primera parte, dialoga entre la exposición y el juicio, y el cómo los estereotipos se encuentran tácitamente en nuestro quehacer cotidiano, abrumándonos.

Así alcanzamos la mitad de libro. Cefalea es un monólogo que desmantela el delirio del autor, donde el realismo mágico se hace presente (al igual que en Casa Tomada y Carta a una Señora en Paris); a diferencia de Circe y de Puertas del Cielo. Mientras el primero transita sobre el amor relacionándolo con el despecho, el olvido y la muerte; el segundo analiza esta última desde las diferentes esferas del recuerdo.

Finalmente, Bestiario se sumerge en el microcosmos de personajes encomiables, difíciles de descifrar, al igual que la historia y sus simbolismos. Un poco como la vida, su dureza y apego. Mientras escribo estos relatos los voy olvidando. Quedan como recuerdos, difusos. Quedan sí las sutilezas del autor, sus descripciones y analíticas. Su capacidad para transportarnos a lugares desconocidos de nuestra propia historia. A espacios sin tiempo donde todo es posible, en la memoria de quien vive para narrarlo.


La Cena, Herman Koch (2009)

La Cena, German Koch (2009)

La Cena, German Koch (2009)

Este libro es una reflexión profunda que se cuestiona sobre los límites que tiene la paternidad y la maternidad, y las tensiones éticas que se activan cuando un hijo realiza un acto delictual injustificable. Así, entran en jaque el instinto paternal de protección, por un lado; y el respeto de las normas sociales, por otro; generando una tensión interna creciente: ¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre para encubrir a un hijo que comete un delito injustificable?

A través de una cena entre dos hermanos: Paul, un profesor en paro y Sege, un político con un futuro promisorio, y sus respectivas esposas Claire y Babette; el autor realiza una caracterización sutil y detallada de las vicisitudes cognitivas y emocionales que implica el acto violeto y racista protagonizado por sus hijos, Michel y Rick. Tras un vaivén constante a nivel personal y familiar, interpela los cimientos más profundos, cuestionando material y simbólicamente nuestros potenciales actos, ante un escenario como ese.

Estructurado magistralmente a través de la etapas propias de una cena (aperitivo, entrada, segundo, postres y propina), el autor acompaña la compleja digestión de esta noticia, desmenuzando la reflexiones internas de los protagonistas preponderando roles y posiciones. Así, quedan de manifiesto las debilidades y las infinitas contradicciones que tenemos. Contradicciones latentes que están a la espera de un desviamiento, un descarrío de la moral que ponga sobre las cuerdas nuestra ética, en tanto espacio personal.

Así, es un libro que activa conversaciones y que termina de macerar tiempo después. Posee la capacidad de dejar un sabor difuso, indeterminado en la boca. Una mezcla de amargor, de aspereza. Una pregunta incesante que se mantiene impertérrita, impávida, como esperando una respuesta que quizás nunca nos convencerá del todo. El qué haríamos en una circunstancia como esa sigue resonando, como un eco creciente, que moviliza, despierta.


Intimidad, Hanif Kureishi (1998)

Intimidad, Hanif Kureishi (2016)

Intimidad, Hanif Kureishi (2016)

Este libro es un relato extremadamente profundo. Hace honor a su nombre al dar cuenta de las vicisitudes más íntimas, dándonos el privilegio de ser observadores (con diferentes grados de complicidad) del dolor, angustia y pesar, que siente Jay, el protagonista. Nos hace compartir su última noche con Susan, con sus hijos, sin que nadie más que él y quienes lo leemos lo sepamos.

Durante la noche más oscura de Jay, el autor nos permite entrar en los intersticios más recónditos del amor. De los pormenores emocionales, intelectuales y físicos que tiene éste cuando transita, sin quererlo, hacia el desprecio, e incluso el odio. Nos da a conocer como una vida llena de éxitos laborales, familiares, sexuales no son suficientes para sostener el amor por Susan. Nos muestra un amor que está a algunas horas de morir, de cuajo. Sin aviso alguno.

Un simulacro que no va más. La familia feliz, el trabajo exitoso e incluso la infidelidad moralmente permitida: nada de eso es suficiente. Faltan sólo horas para una de las decisiones más trascendentales. Esas que traen un peso enorme, una carga eterna. Nada más agudo y permanente que causar dolor a los que uno ama. Así, el recorrido de Jay por la habitación de sus hijos durante la noche, a sabiendas que será la última que como familia compartirán, resulta simplemente desgarrador. Como oyentes privilegiados de las reflexiones y sensaciones de Jay, se nos permite estar en la primera línea de sus vaivenes, reconociéndonos y agradeciendo no ser él, no estar ahí. No estar padeciendo eso, ahora. Nunca.

El autor lúcidamente nos invita a cuestionar las falsas dicotomías de la vida. Matiza todos nuestros argumentos cuando instintivamente cuestionamos a Jay, y por que no decirlo, cuando empatizamos con sus actos descarnados. Instala la duda como un arma punzante, y la mezcla con la culpa, trenzándola de una forma que atormenta, detiene y cautiva.


El Narrador, Walter Benjamin (2016)

El narrador, Walter Benjamin (2016)

El narrador, Walter Benjamin (2016)

Este libro da cuenta de la importancia de la narración. Esa experiencia que se transmite de boca en boca y que es capaz de trascender: personas, espacios. Fuente de inspiración que es analizada por el- autor con pesar, al asumir que el capitalismo avanzado ha atentado contra la búsqueda de esa narración honesta, vívida.

En este sentido, se observa una ausencia de meta-relatos que sostengan, y que permitan intercambiar mental, física y socialmente. Alude a la incapacidad de intercambiar experiencias y de recibir consejos, asumiéndolos como una propuesta concerniente a la continuación de una historia. Otrora fuente de sabiduría (al estar entretejido en la materia de la vida que se vive), el consejo hoy se encuentra en extinción (sino extinto) al ser incapaces de narrarlo.

Así, la moraleja, la indicación práctica o la regla de vida, se observan a destiempo del quehacer cotidiano y atemporales a los cambios estructurales a los cuales estamos inmersos. Abunda la información. Los medios de prensa se constituyen en un espacio creciente de datos, cifras, noticias. Su pobreza radica en la distancia que poseen de lo realmente acontecido y de la necesidad creciente de otorgarle explicaciones a los hechos, sesgándolos y distanciándolos de su origen, de su singularidad.

Aludiendo a la compañía de la cual está embebida la narración -a diferencia de la novela en la cual el lector está a solas- resignifica la vinculación que posee el gran narrador con el pueblo y con sus estratos artesanales. Releva así el recuerdo, de la experiencia vivida o escuchada, como un elementos sustantivo de una cadena de tradición. Elemento fundamental para la transmisión del conocimiento, al constituirse en un elemento épico en su sentido más amplio.


Sociedad del Cansancio, Byung-Chul Han (2019)

Sociedad del Cansancio, Byung-Chul Han (2019)

Sociedad del Cansancio, Byung-Chul Han (2019)

Este libro reflexiona sobre la sociedad en la que estamos inmersos, la cual está orientada al éxito, a la obtención de beneficios, utilidades, ganancias. Para el autor, estamos mandatados a rendir lo que más podamos, incluso más de lo que somos capaces. Así, somos (y estamos siendo) seres en un carrera alienante que se sustenta en el poder, en tanto capacidad de alcanzar algo que se anhela.

Bajo la ilusión de que somos capaces de alcanzar todo lo que nos propongamos, independiente de los costos físicos, mentales, morales que esto implique; entramos así en una dialéctica inagotable entre rendimiento y cansancio. Embebidos de un falso alero de positividad, nos hemos constituido en una sociedad permisiva y pacífica, siendo incapaces de reconocer el estado de dinamismo forzado al cual estamos expuestos. Una carrera que nos homogeniza y nos constituye en seres perdidos (sin saberlo) e iguales en forma y fondo.

Para el autor, somos incapaces de ver la diferencia, de otorgarle valor a la alteridad, careciendo de transectos que sean capaces de recordar el momento presente, y así mirarlo en perspectiva. La muerte, en tanto recordatorio de la vida, se diluye en un carrera dramática que no es capaz de levantar cabeza y observarse. El poder sin límites ha alterado todas las esferas del yo, bloqueando lo que están dentro de sí, disociándolo completamente la vida de la muerte.

En síntesis, este libro da cuenta de que estructuralmente estamos en un tránsito híbrido. Desde una sociedad disciplinaria a una sociedad del rendimiento. Mientras la primera genera locos y criminales, la segunda produce depresivos y fracasados.


La Cucaracha, Ian McEwan (2020)

La Cucaracha, Ian McEwan (2020).

La Cucaracha, Ian McEwan (2020).

Este libro es una sátira orientada a reflexionar sobre el escenario político de Brexit, desde una perspectiva crítica. Utilizando recursos de diversa índole (humor, ironía), y haciéndole un guiño a la Metamorfosis de Franz Kafka, el autor se da el lujo de realizar una reflexión descarnada del Primer Ministro británico, no sólo simbólicamente en tanto cuestiona sus competencias, sino que tambíen materialmente, al reducirlo al carácter de una cucaracha.

Pero él no es el único. Son diversas las personalidades que tendrían ese origen. Así, la reflexión no sólo se ancla en el PM sino que en todo el reversionismo, categoría asignada a la derecha y sus extremos. Criticando su surgimiento, al utilizar los apelativos de experimento mental, juego de sobremesa o de una broma; el autor da cuenta de la inconsistencia y atemporalidad que para él debiese tener el mensaje populista y antielitista que le subyace. Especialmente en un mundo avantista, el cual aún a sobresaltos, avanza en el sentido de las agujas del reloj.

El libro, cual ejemplo empírico de la realidad más brutal, relata la ausencia de todo eso. Amparado en una política que lo permite todo, donde el fin justifica los medios, el PM posee vínculos de facto con sus pares durante el libro, articulando una plaga que se expande en todo el orbe. Vínculos funcionales a su agenda: el tránsito hacia una economía de flujo inverso, que terminaría acabando con las injusticias y el despilfarro. Gran Bretaña estaría sola, como siempre debió de haber sido. Nacionalismo puro.

De esta forma, el autor deja de manifiesto las macabras implicancias que tiene el poder en personas que no son capaces de administrarlo; así como las múltiples formas en donde el pueblo se instrumentaliza frente a todos: opositores, seguidores disidentes, la institucionalidad. Así, prepondera las diversas tramas que utiliza la política para que se pierda el foco. Para que la forma se apodere del fondo y reine así la incompetencia, amparada en una demagogia llena de lugares comunes, vacía. Demagogia que implica una degradación no sólo de las ideas, sino también del sentido común.


Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (1967)

Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (2017)

Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (2017)

Un libro sin tiempo que se caracteriza por retratar la vida, en sus múltiples formas. Con un estructura poco convencional, es capaz de plasmar sus vaivenes con una soltura mágica. Los nacimientos y las muertes transitan sin descanso, amparadas en una memoria que las inmortaliza sin sufrimiento: las vidas pasadas son cargadas por aquellos que les preceden.

La historia de esta “estirpe condenada”, como el propio autor caracteriza al clan Buendía, es capaz de relatar su profundidad con una soltura que desconcierta. Así como la vida, desconcierta el devenir trágico, las muertes a destiempo, la irrupción de un contexto radical. Desconcierta lo cambiante que es, y sus trayectos serpenteantes y autónomos, a pesar de los intentos irracionales que muchas veces, incluso como lector, hacemos para controlarla.

Cada personaje tiene su momento, su destello. El autor dedica siempre algunas hojas (o al menos algunos párrafos) para hacerlos admirables y hacerlos beneficiarios de nuestra empatía y afecto. Siempre llamándonos a reconocer, o al menos recordar, que la vida es eso. Chispazos de alegría, de éxito. Sin permitirnos estructurar los hitos de cada historia en particular, de manera radical revierte el devenir de cada personaje. Los llena de miedos, los enloquece, los perturba, los deja continuar su vida (o su muerte) fuera del libro. Aún así, no invisibiliza su legado.

Nadie es héroe en este libro, nadie es villano. Con un realismo mágico que aturde, el autor va marcando el paso del tiempo, una barbaridad de tiempo, sin que nadie adquiera más protagonismo que el que merece tener, como cada persona en la vida. Algunos brillan un poco más, pero nadie lo suficiente para convertirse en el epicentro de esta soledad. Todos los personajes en algún momento están solos, pierden el rumbo en las calles de un Macondo tan cambiante como ellos.

El destino es lo que más pesa. Personificado en Melquiades el destino se inmiscuye en cada uno de los intersticios de la vida del clan Buendía. Aún cuando se intentan descifrar sus pergaminos a lo largo de todo el libro, sólo en el momento justo son debidamente analizados. Así, como la vida, el destino sólo se manifiesta ante uno con todas su certezas, cuando llega el final. Cuando la memoria se hace presente y los recuerdos están conectados como un hilo invisible que explica todo y lo hace un poco más llevadero.